Bolas de estrellas de diferentes colores, como brillantes luces de un árbol de Navidad suspendido en el cosmos: esto muestran las nuevas y extraordinarias imágenes captadas por los potentes ojos del telescopio James Webb (JWST) de la NASA, que consiguió fotografiar lo que asimilaba la formación de nuestra galaxia. Los detalles se publicaron en un estudio de Nature.
La «galaxia de Navidad»
Desde su órbita en el espacio, el James Webb ya había conseguido asomarse a galaxias más masivas y antiguas, pero hasta ahora ninguna era como la nuestra, la Vía Láctea, y sobre todo ninguna mostraba las primeras etapas de formación con tanto detalle. Concretamente, el telescopio logró detectar una galaxia que no solo existía cuando el Universo tenía unos 600 millones de años, sino que tiene una masa similar a la que podría haber tenido la nuestra en la misma etapa de desarrollo.
Las nuevas imágenes de la «galaxia de Navidad», denominada por los científicos como Firefly Sparkle, contiene pistas muy valiosas sobre cómo se formó la Vía Láctea. «Los datos sobre lo que ocurrió en esta etapa del Universo son muy escasos. Lo que estamos viendo es una galaxia que se forma ladrillo a ladrillo. Las que observamos normalmente ya están formadas, así que es la primera vez que vemos ‘el proceso'», explicó a BBC la coautora Lamiya Mowla, del Wellesley College de Massachusetts.
Buscando la edad de Firefly Sparkle
El telescopio captó diez cúmulos estelares, su masa total es diez millones de veces superior a la del Sol; los especialistas explican que sus diferentes colores derivan de las distintas etapas de formación. «El comienzo de la vida de una galaxia es extremadamente activo. Están ocurriendo muchas cosas: nacen nuevas estrellas, mueren estrellas masivas, hay mucho gas y polvo, nitrógeno y oxígeno, y debido al estado en el que se encuentran, los colores se ven muy vivos», indica Mowla en el informe. A partir del análisis, los especialistas pudieron obtener los primeros datos sobre la edad de cada cúmulo, la composición de sus elementos y las temperaturas a las que se formaron.
Para demostrar que Firefly Sparkle se remonta a no mucho después de la creación del Universo, acudieron a lo que en la jerga técnica se denomina «lente gravitacional», un efecto natural en el que se sitúa un cúmulo de galaxias en el centro; en este caso entre el JWST y Firefly Sparkle, distorsiona el espacio-tiempo para alargar la luz proveniente de la galaxia distante y actúa como una lupa gigante. El proceso permitió a los ya poderosos ojos del Jame Webb ver por primera vez los increíbles detalles de cómo comenzaron a formarse las primeras galaxias como la nuestra en el Universo temprano.
«Esta galaxia está literalmente en proceso de ensamblarse, las imágenes son el primer vistazo de algo que podremos estudiar y aprender durante muchos años más», concluye Kartheik Iyer, coautor de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.