Los pollos ya reciben varias vacunas contra enfermedades comunes, y algunos países ya están vacunando contra la gripe aviar, pero Estados Unidos se ha resistido por temor a que la inmunización pueda perjudicar el mercado avícola exportado. «Muchas veces las vacunas no son completamente eficaces contra un desafío vírico», explica Gino Lorenzoni, profesor asociado de avicultura y sanidad aviar en la Universidad Estatal de Pensilvania. Añade que es probable que la enfermedad no sea mortal en muchos animales vacunados, pero que el virus seguirá reproduciéndose y circulando en la población.
¿Qué pasará si la vacuna no protege totalmente?
El virus podría pasar desapercibido en las exportaciones de aves de corral, y los países que compran aves de corral podrían imponer restricciones comerciales a EE UU por la posibilidad de recibir productos infectados. Cuando Francia decidió vacunar a los patos contra la gripe aviar en octubre de 2023, EE UU y Canadá prohibieron determinadas importaciones de aves de corral francesas. Esas restricciones se levantaron parcialmente en enero, después de que el gobierno pudiera garantizar un comercio seguro.
En EE UU, la vacunación de las aves de corral se centraría en las gallinas ponedoras, a diferencia de los pollos de engorde, que se crían para carne. En el brote actual, más del 77% de las aves afectadas han sido gallinas ponedoras comerciales. En un comunicado de prensa del USDA, Rollins afirmó que la agencia está considerando una «estrategia específica y meditada» para la vacunación. Pero a la industria del pollo de engorde le preocupa que incluso la vacunación selectiva de las gallinas ponedoras perjudique a EE UU, que es el segundo mayor exportador de carne de ave.
Ashley Peterson, vicepresidenta sénior de asuntos científicos y normativos del National Chicken Council, sugiere que quizá otros países prohíban todos los productos avícolas estadounidenses, aunque el país solo vacune a las gallinas ponedoras: «Cuando se recurre a una vacuna, se está diciendo que el virus es endémico y que así es como se hará fre nte a la amenaza. Preferiríamos no hacer frente al virus, y en su lugar, eliminarlo por completo».
La organización apoya la política actual del USDA de sacrificar las manadas infectadas, así como de aumentar la bioseguridad en las granjas; medidas como poner en cuarentena a los animales recién adquiridos, llevar ropa protectora en los gallineros, desinfectar el calzado antes de entrar en las zonas de animales y limpiar el equipo ganadero. No obstante, Carol Cardona, catedrática de sanidad aviar de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Minnesota, indica que es improbable que la bioseguridad elimine por sí sola la gripe aviar. «Los granjeros están cansados de oír hablar de bioseguridad porque ya están haciendo todo lo que pueden. Sin más información sobre cómo se infectan esas aves, es muy difícil orientar a la gente correctamente».
Una estrategia que requiere de varios frentes
El virus puede entrar y salir de los gallineros a través del calzado, la ropa y los equipos que entran y salen de ellos. Los ratones, las ratas y otros pequeños mamíferos también pueden ser portadores del virus.
Cardona subraya que, ahora que la enfermedad está tan extendida, se necesitará más de una estrategia para reducir los brotes: «Estamos librando esta lucha con una mano atada a la espalda, necesitamos otras herramientas. Tenemos que crear nuevos métodos para mantenerla fuera, y parte de ello va a implicar esa vacunación». Aunque la vacunación no siempre evite la infección, Lorenzoni afirma que ayudaría a reducir la cantidad de virus que circula en el ambiente, lo que frenaría la propagación de la enfermedad a más granjas.
Y la interrupción del comercio podría ser breve. Rollins ratificó que el USDA trabajará con sus socios comerciales para limitar el impacto de la vacunación en los mercados de exportación. Habrá presión de otros mercados para mantener viable el intercambio de aves de corral. «A todos les interesa avanzar lo más rápido posible con estos acuerdos», concluye Lorenzoni.
Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.