Apenas han transcurrido unos días del año 2025 y los vehículos eléctricos ya están viviendo una montaña rusa. La semana pasada, Tesla dio el pistoletazo de salida a este accidentado viaje al informar de que, por primera vez, el vigente campeón de los vehículos eléctricos estadounidenses había entregado menos autos en todo el mundo que el año anterior. El fabricante de automóviles entregó 1,789 millones de vehículos en 2024, un 1.1% menos que los 1,808 millones entregados en 2023. Las acciones de Tesla se desplomaron un 8% tras conocerse la noticia.
El viernes aparecieron más cifras de ventas anuales y la historia de los vehículos eléctricos se tornó más halagüeña. General Motors dijo que vendió un 50% más de eléctricos que el año pasado, con su SUV Chevrolet Equinox EV a la cabeza. El Prologue EV de Honda, que se puso a la venta a mediados de año, vendió 33,000 unidades, lo que supuso un gran éxito para el debut de la marca japonesa en EE UU. Incluso Ford, que el año pasado dijo que abandonaría su plan de aumentar las ventas de vehículos totalmente eléctricos en favor de una combinación de VE, híbridos y autos de gasolina, vendió más de 50,000 Mustang Mach-Es.
Es probable que las cifras de ventas mundiales de vehículos eléctricos no se conozcan hasta el mes que viene, pero los analistas afirman que, en Estados Unidos, los vehículos eléctricos parecen ir camino de alcanzar un razonable 8% de las ventas totales de automóviles en 2024.
Quizá «montaña rusa» sea un poco dramático. En muchos aspectos, la historia de las ventas de vehículos eléctricos (e incluso la subtrama de Tesla) se está desarrollando tal y como todo el sector pensaba. En la primera parte de la década, «la gente pensaba que los vehículos eléctricos crecerían como un palo de hockey», dice Stephanie Brinley, analista principal de automoción de S&P Global Mobility, «pero no era realista. La forma en que estamos viendo evolucionar el mercado es más realista.»
«Todo el mundo sigue avanzando lentamente», señala Corey Cantor, asociado sénior que cubre los vehículos eléctricos en BloombergNEF, de los vehículos eléctricos y sus fabricantes.
Optimismo tibio
Nadie dijo que la transición a los vehículos eléctricos fuera a ser fácil. La electrificación «ha sido uno de los mayores cambios que ha experimentado la industria automovilística, y la industria automovilística no cambia de la noche a la mañana», afirma Ivan Drury, director de análisis de Edmunds, el sitio web de automoción.
Fabricar una cadena cinemática totalmente nueva y conseguir las baterías minerales que la alimenten es solo la mitad del reto. Cambiar los hábitos de compra de la gente, sobre todo para una de las adquisiciones más caras de su vida, será la otra mitad. Dadas estas limitaciones, «es sorprendente que hayamos visto tantos cambios», destaca Drury.
Incluso el bache de Tesla puede considerarse una prueba de que el fabricante de Elon Musk está haciendo algo bien. En 2006, Musk publicó su «Plan Maestro«, que establecía el «propósito general» de Tesla: “ayudar a acelerar el paso de una economía de hidrocarburos de minería y quema a una economía eléctrica solar, que creo que es la principal, pero no la única, solución sostenible”. Los problemas de crecimiento anual de Tesla se deben, en parte, a que la táctica funcionó y ahora hay mucha más competencia mundial en el sector de los vehículos eléctricos. Tesla perdió oficialmente su título de primer fabricante mundial de VE el año pasado en favor de la china BYD, que produjo unos 4,500 eléctricos más el año pasado. (Tesla siguió vendiendo más VE, con la importante ayuda de los compradores chinos, que adquirieron un 8.8% más de VE del fabricante el año pasado que en 2023).
Que el proyecto mundial de electrificación de los vehículos siga adelante depende, en parte, de la política. En Estados Unidos, las ventas de VE se dispararon en el último trimestre del año. Esto se debe quizás a que los consumidores se enteraron de los planes de la nueva administración Trump de eliminar los incentivos a los vehículos eléctricos y siguieron el consejo de los expertos de comprar coches nuevos cuando aún podían obtener subvenciones. ¿Qué ocurrirá en 2025 si desaparecen esos incentivos a la compra?
A falta de conocer más cifras de ventas, las de 2024 parecen mostrar un sector que avanza como debe: «Es una transición de locos», indica Brinley, la analista, sobre el cambio a los vehículos eléctricos. Pero se muestra confiada: «Vamos a ver una mayor adopción», concluye.
Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.