Si hay una palabra clavada en tu mente esta semana, probablemente sea ‘aranceles‘. Si no, te lo contamos: la semana pasada, el presidente Trump anunció aranceles generalizados sobre los productos extranjeros importados en EE UU, preparando el terreno para una guerra comercial mundial y avivando el temor a una recesión. Un arancel general del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos comenzó el sábado 5 de abril, con impuestos recíprocos adicionales sobre 60 países que entrarán en vigor el 9 de abril.
Es una coyuntura muy dinámica que cambia día a día, pero quizá te preguntes cómo te afecta como consumidor. Pues depende del país en que te encuentres. La situación en Estados Unidos es la más dura. Fuera de EE UU, en cambio, como en América Latina, las posibles consecuencias son más inciertas.
¿Quién paga los aranceles?
Lo primero que hay que saber es que los aranceles los paga la empresa que importa un producto al país. En pocas palabras, esa tasa afecta a su cuenta de resultados, por lo que las empresas suelen repercutir esos costos en los consumidores aumentando el precio de los productos.
Veamos el caso en EE UU. He aquí un ejemplo de Jason Miller, profesor de gestión de la cadena de suministro en la Universidad Estatal de Michigan: Supongamos que una laptop cuesta 400 dólares al importarla en Estados Unidos. Un minorista añadiría entonces una tasa media de margen bruto del 30% (la cantidad de ingresos que el minorista retiene tras deducir el costo de producir o adquirir el artículo) y esa laptop costaría ahora 571 dólares. Ese es el precio que pagarás.
China exporta muchas laptops a Estados Unidos y, a partir del 9 de abril, habrá que tener en cuenta el arancel del 104%, según las últimas cifras. Basándonos en datos históricos que sugieren que el 95% del arancel es absorbido por el importador, el precio de importación se dispara de 395 dólares a 795 dólares, y si el minorista te repercute esos costos, el nuevo total que pagarás en la tienda es de 966 dólares. Esto representa una inflación del 69%, y el margen bruto del minorista se reduce al 18%. Básicamente, tú pagas más y el minorista gana menos.
Todos los países se han visto afectados por la salva arancelaria de Trump. Aunque es probable que muchas categorías de productos vean subir los precios, la electrónica es una de las grandes: «No hay ninguna nación importante productora de electrónica que no se vea sustancialmente afectada por los aranceles«, advierte Miller, incluidos Vietnam, Taiwán, Japón e India. Cree que se negociarán los aranceles para muchos países, pero espera que se mantengan los de China.
Esto tendrá un fuerte impacto en los precios de productos como teléfonos inteligentes, laptops y consolas de videojuegos. Los teléfonos inteligentes son la mayor importación de China, y los laptops ocupan el segundo lugar.
¿Cómo afectarán estos aranceles a América Latina?
Entonces, ¿qué pasa con los países latinoamericanos, que no se caracterizan por la producción de electrónicos? Son varios los escenarios y dependen en parte de quién pague tales impuestos. Según titula un post del Center for Global Development (CGD), “Los aranceles estadounidenses pueden tener un impacto limitado en América Latina ahora, pero el futuro depende de la respuesta de la política macroeconómica de China”. Y para ello, hay que esperar.
En el corto plazo, puede haber una disminución de los precios si los fabricantes chinos responden redireccionando sus productos hacia América Latina, aumentando entonces la oferta y la competencia.