En 2024 el panorama de ciberataques se volvió más peligroso. Los delincuentes cibernéticos cuentan cada vez con más recursos y están preparados para todo tipo de retos, con tácticas y herramientas sofisticadas que desafían incluso a las gigantes especializadas en seguridad.
Cada día, los clientes de Microsoft se enfrentan a millones de ataques, desde ransomware hasta phishing, ataques destinados a obtener información confidencial y sensible. Según el Informe de Protección Digital de Microsoft 2024, sus clientes se expusieron a más de 600 grupos de criminales en la web en amenazas de tipo Estado-nación, 300 grupos de ciberdelincuencia y 200 grupos de operaciones de influencia.
Con la creciente complejidad en el panorama global de ciberamenazas, ahora impulsado por la inteligencia artificial (IA), Microsoft desarrolló los Principios de Acceso a la IA. El objetivo de este documento es democratizar el acceso a la tecnología de manera ágil y cautelosa.
IA, centros de datos y responsabilidad social
En la feria Mobile World Congress 2024 (MWC), celebrada en Barcelona, Microsoft presentó su lista de once principios para regir la infraestructura de sus centros de datos y redefinir la inteligencia artificial. Al publicar esta lista, Microsoft se compromete a proporcionar un amplio acceso a la tecnología, empoderando a organizaciones e individuos de todo el mundo para desarrollar sistemas generativos que sirvan al bien público.
Estos principios ayudan a contextualizar las nuevas inversiones y programas lanzados en toda Europa, incluidos 5,600 millones de dólares invertidos en 2024 en centros de datos y programas de capacitación en IA. Hay cinco principios que definen los objetivos de Microsoft. El primero es la responsabilidad de habilitar y fomentar la competencia, es decir, potenciar el cálculo de la nube pública, entrenar modelos fundamentales, realizar actualizaciones de software y mejorar la conectividad.
En segundo lugar, Microsoft se compromete a cumplir con las obligaciones legales. Los principios representan una iniciativa de autoregulación, no obstante, la compañía no pretende suplantar el estado de derecho ni el papel de los reguladores. “Las leyes y reglas de tecnología cambian rápidamente. Reconocemos, al igual que todos los participantes del nuevo mercado de IA, que tenemos la responsabilidad de cumplir con nuestras obligaciones”, reza el documento.
La innovación y la competencia requerirán un amplio soporte y el uso de código abierto. Por ello, en su tercer principio, Microsoft contempla la asociación con diversas startups de IA generativa, como su colaboración con Mistral IA, el principal desarrollador de inteligencia artificial de código abierto con sede en Francia. “Hemos invertido en la infraestructura necesaria para desplegar y entrenar nuevos modelos. Nos asociamos con los participantes del mercado mundial en todas sus formas”.
Los últimos principios extienden el compromiso de asociación con los clientes, comunidades y países. Las nuevas generaciones de tecnología requieren centros de datos que respalden economías competitivas. Así, Microsoft reitera su actitud proactiva y constructiva para respaldar oportunidades de IA ampliamente disponibles: “Necesitamos ser buenos oyentes y solucionadores de problemas al clasificar e identificar pasos prácticos y soluciones antes de que se complete o lance un nuevo producto”. Con estas iniciativas, Microsoft no solo busca liderar en innovación tecnológica, sino también establecer un estándar de seguridad y responsabilidad en la era de la inteligencia artificial.